Anfitrionas “de miedo” II
Relato de mi segunda noche tenebrosa del año, tan fantástica como la que os relaté hace uno días. La verdad es que entre mis amigos cuento con excelentes anfitriones.
En este caso os voy a relatar como la perfección temática se eleva a la máxima potencia para llegar a un nivel de perfección insospechado. Y si me tomáis por exagerada, solo os sugiero mirar las fotos que comparto a continuación.
Un menú 10, en creatividad, sabor y presentación, una decoración 10, una fiesta 10, solo puedo decir esto: Disfraces muy logrados, ambiente insuperable y el talento de una anfitriona que ha pasado muchas horas organizando una velada ideal.
Este menú tan especial del que hemos disfrutado (y aseguro que el sabor ha sido incluso mejor que la pinta que tienen los paltos en las fotos) ha estado compuesto por:
Costillas de Hombre Muerto
Alitas de Murciélago
(alitas a la barbacoa con tinta de calamar)
Cerebro de Zombie
(Premio al más creativo, guacamole sobre col verde, impresionante de verdad)
Serpentes Exóticas
(pizzas serpentinas con lengua de tomate y todo)
Dedos de bruja
(fingers de pollo con uña de almendra)
Gusanos Rebozados
(gambas rebozadas sabrosas sobre fideos de arroz)
Ojos Humanos
(tomate, mozzarella, oliva negra y pesto, ¡muy muy bueno!)
Momias bebés
(Frankfurt envuelto en masa de pan)
Incluso las salsas eran perfectas…
Postre
Tierra con Lombrices
(crumble de manzana con golosinas)
Petits Fours
Bolas de Insectos
(frutos secos recubieros de chocolate)
Residuos Radioactivos
Ruleta Rusa
(uno de cada 4 bombones lleva guindilla, adictivos y sorpendentes)
Ositos torturados
(varios días sumergidos en vodka, ositos borrachos y sabrosones )
Para Beber
Sangre fresca (Cosmopolitan para los humanos… divino al paladar de quien lo pruebe)
Agua (con hielo-rata)
Los secretos de tales manjares no los descubriréis ni bajo tortura,
Esto sí que es una cena de miedo, además, la decoración también se merece un 10: calabazas, esqueletos, fotos del revés, ratas en las paredes, sillas personalizadas, telas de araña…
En fín, absolutamente ideal, un ambiente perfecto para una noche como la de halloween, en la que nos disfrazamos y hacemos realidad nuestros más oscuros deseos, en la que podemos disfrutar de una versión más tenebrosa de nosotros mismos, y si es después de una cena exquisita en buena compañía, mejor que mejor.
Como recomendación una riquísima quiche de calabaza y queso manchego.