Tradiciones de Aeropuerto
Esta publicación probablemente debería estar ubicada antes del monográfico ibicenco, o incluso antes ya que es una tradición que hace muchos años que sigo y que marca todos mis viajes de placer (obviamente no profesionales, ahora entenderéis por qué).
Cualquier excusa es buena para brindar, y la expectativa de unos días placenteros es la mejor excusa que se puede encontrar, sea la hora que sea, el día que sea …
Por desgracia en los aeropuertos, el cava y el champagne se vende en el duty free de Aldeasa, pero no frío, por lo que, solemos optar por sencillos benjamines de la marca que nos ofrezca el local más cercano
En el caso de este último viaje un seco de Codorniu, elaborado con una combinación clásica de uvas Xarel·lo, Macabeo y Parellada, se puede definir como el cava introductor a futuros consumidores. Concebido para la degustación individual a cualquier hora del día. (Composición 50% Xarel·lo 40% Macabeo 10% Parellada)
Esta tradición se ha convertido en una costumbre casis supersticiosa que garantiza el éxito de las vacaciones que están a punto de empezar, a mí, de momento, me ha traído suerte, al menos se empieza una aventura con estilo y un puntito ebrio que además garantiza dormirse del tirón al subir al avión.