¡Buenos días Corazones!
Os escribo para anunciaros que entre este monográfico dedicado a las Fashion Weeks de enero (más en concreto entre las publicaciones dedicadas a Berlín y París) participaré en el concurso de San Valentín convocado por la comunidad de Cocina&Recetas. Para ello, os proponré menús, recetas y planes gastronómicos inolvidables.
El año pasado participé a este concurso con menús muy variados y temáticos (ya sabéis lo que me gustan los menús temáticos…), el primero a base de setas, con un entrante-montadito de queso fundido, olivada y champiñones, una ensalada de champiñones y pollo a la mostaza y Ravioli rellenos de setas frescas al vino blanco.
El segundo menú que os propuse para la noche de los enamorados fue pensado para paladares sofisticados, con un Cótel de langostinos con corazón de palmito, un Tataki de atún balsámico a la plancha con aguacate y para terminar una tabla de quesos maridados con confituras.
El tercer menú fue al aroma de pescado: Mejillones a la marinera con olivas negras y un sublime plato de pasta, un Duetto de penne al nero di sepia en su jugo y ravioli rellenos de manzana y cebolla caramelizada a la crema de salmón, delicado pero con fuerza.
El cuarto y último menú de San Valentín 2012 representa el apóteosis finál, este menú hizo que me auto-enamorara de mí misma… y considerando que mi ego está muy bien nutrido, esto es mucho decir… este menú apoteósico empezaba con un auténtico Martini de langostinos, una sofisticada Lágrima de parmentiere con pinzas de cangrejo y unas brutales Lentejas caviar con sepia en su tinta, y, en este caso (a pesar de que preparar postres no sea mi tarea favorita) coronado por una Macedonia de fruta con cava. De verdad, me sentí muy orgullosa del éxito de este menú en concreto.
Este año solo me queda superarme, a pesar de que mi vena romántica no esté muy desarrollada, espero poder ofreceros menús suculentos a todos los enamorados (y de paso ganar el premio).