Un verano sin Ibiza no es verano

Este año todavía no he dedicado publicaciones a la isla imprescindible de la época estival, de la que acabo de volver y a la que no tardaré en regresar.

IBIZA

IBIZA

El año pasado dediqué muchas páginas a todo lo referente a mis visitas gastronómicas a Ibiza, y  mi última escapada no fue para menos, así que tras una breve presentación os contaré lo bien que lo hemos pasado.

Esta vez además de las temáticas que ya he tratado anteriormente como los desayunos en Croissant Show, comidas y cenas en el Hotel de Pachá, un muy merecido Sushi Point, la Flower Power,  el Lio,  días detox en el SPA del Ibiza Gran Hotel, la piscina del Hotel Corso, los restaurantes de la encantadora zona de Dalt Vila, días en Blue Marlin y en  La Plage de l’Elephant, bistrots con encanto, mojitos con mucho arte, además de muchos souvenirs gastronómicos desde la reconocida Sal de Ibiza a la bebida espirituosa más famosa de la isla, las hierbas ibicencas  (dicho sea de paso esta vez me he vuelto quedar con ganas de comer en el recién inaugurado Cipriani, así que ya me pueden guardar una mesa para septiembre…).

Antes de empezar este nuevo monográfico, os recordaré algunos detalles sobre la cocina tradicional de Ibiza, que es prevalentemente mediterránea.

Sus platos más típicos son, entre otros, la burrida de ratjada (raya guisada de una manera muy especial, con almendra picada y azafrán), el sofregit pagés (plato típico del interior de la isla, que se prepara con productos del corral, carnes, sobrasada, butifarró y patatas), los macarrons al estilo de Sant Joan (tallarines, no macarrones, cocidos en leche ligeramente dulce, canela y corteza de limón), la langosta ibicenca (guisada con calamares y licor de hierbas); o el guisat de marisc (delicioso guiso de pescado y mariscos) o Guisat de peix y Peix sec (que se toma en ensalada), la tonyina a l’eivissenca (condimentada con piñones, pasas, huevos, especias, zumo de limones y vino blanco seco y el estufat de tonyina), hasta el arroz de Matanzas, que es un arroz caldoso que se prepara con los productos de la famosa matanza.

En lo que se refiere a los postres, los dulces por excelencia son el Flaó (pastel de queso con hierbas), las Orelletes (cuyo nombre proviene de su singular forma, similar al contorno de una oreja, y están amasadas con licor de anís) los Buñuelos,  la Greixonera (hecha con ensaimadas y leche) o la festiva  salsa de Nadal que es una salsa líquida, más o menos espesa y similar al tradicional turrón ya que su ingrediente principal es la almendra que suele hacerse en cantidad suficiente para que dure todos los días de la Navidad pero se ha de hervir cada vez que se quiera comer para que recupere su textura cremosa.

Esta isla conserva una gran tradición licorera: La Frígola, las Hierbas Ibicencas y el Palo se preparan a base de hierbas autóctonas maceradas en anís, dando como resultado un licor dulce con aromas herbales, estas hierbas están consideradas como digestivas y se toman después de comer.

 

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