Desayuna como un Rey
… Almuerza como un Príncipe y Cena como un Mendigo.
La sabiduría popular suele tener la razón, y en materia de desayunos acierta en este caso más que nunca.
Mis seguidores saben que no soy de las que desayunan, más bien soy de las que no come mal pero sí que come raro e irregular, lo que no es bueno para la línea ni para la salud. A pesar de que mi conducta no sea una regla a seguir, en ocasiones sí que me aplico las normas de alimentación que todos deberíamos seguir.
En varias ocasiones me he preparado auténticos festines equilibrados para romper el ayuno con alegría y sabores irresistibles, en el caso de hoy combino fruta con embutido, acompañado por abundante agua y café.
Por las mañanas es imprescindible para mí tomar un vaso de agua con gas helada (que debería se sin gas y natural o tibia…) y dependiendo de la hora un café bien cargado, un espresso de Nespresso (siempre tomo el Ristretto) o una taza de abundante café de cafetera de toda la vida (la mia es vintage y de porcelana pintada a mano, preciosa), no suelo tomar leche, en el caso de que la tome siemore es fría, desnatada y con un poco de cacao, el zumo a ser posible de naranjas recién exprimidas, o en su defecto, pomelos… con estas idiosincrasias no es de extrañar que no suela desayunar, ¿verdad?
En este caso como fruta he optado por higos, que no son muy “de dieta” aunque sí que tienen propiedades muy positivas para nuestro body.
El higo es un «fruto» obtenido de la higuera (Ficus carica). Desde el punto de vista botánico el higo no es un fruto sino una infrutescencia (o sea un conjunto de frutos). Existen más de 750 especies de higos diferentes entre las que hay comestibles y no comestibles. Las especies comestibles son muy digestivas porque contienen una sustancia llamada cradina que es un fermento digestivo y alto contenido en fibra mejorando el tránsito intestinal por ello también es utilizado como laxante; ácidos orgánicos como el ácido cítrico, málico y acético; sales comopotasio, magnesio y calcio, y vitaminas A, B1, B2, B3 y C. Contiene un 80% de agua y altos contenidos en hidratos de carbono como la sacarosa, fructosa y glucosa. Los frutos no maduros resultan tóxicos para el estómago.
Para acompañar a estos nutrientes higos, unas lonchas de lomo ibérico y un poquito de gorgonzola cremoso… una delicia de combinación para afrontar la jornada con energía.