Jamón asado
Hemos comprado una pieza de jamón, no muy grande, y lo hemos preparado asado. Macerado con ajo, perejil y vino blanco, al horno y ya tenemos un segundo plato económico, rico y sencillo. Estas recetas suelen estar bien, son sencillas y cuando hay mucha gente en casa son las más cómodas de preparar nos llevan poco tiempo y poco esfuerzo. Podemos dejarlas preparadas con antelación, algo que resulta fundamental si queremos prestar atención a los demás comensales.
La carne de esta pieza no tiene mucha grasa, pero sí es jugosa y muy tierna. Con una buena y sencilla salsa y luego acompañada con una ensalada o unas patatas, fritas o en puré, queda buenísima. Recuerdo que mamá hizo una vez un lacón asado y quedó muy rico pero son muy grandes. Hay que ser muchos para comerlo sino nos puede durar una semana y no es de las carnes que quedan bien congeladas. Cambia el sabor.
El jamón además de fresco en piezas lo podemos encontrar en filetes o en fiambre, el jamón cocido o jamón de York tan socorrido para los bocadillos o sandwich. Luego tenemos el jamón serrano y sus distintas categorías, ibérico, bellota, …
- 1 trozo de jamón de 1 kg.
- 1 cabeza de ajos.
- Perejil fresco.
- 1 vaso de vino blanco.
- Aceite de oliva.
- Sal.
- Ponemos en un bol el vino con los ajos sin pelar pero un poco machacados y el perejil recién picado.
- Salamos el jamón y lo metemos en el bol, lo dejamos macerar unas dos horas, procurando darle la vuelta a la hora.
- Lo colocamos en una fuente de horno con todos los jugos y un buen chorro de aceite de oliva por encima.
- Horneamos durante 90 minutos a 170º, horno precalentado.
- Pasamos la salsa por un chino.
- Loncheamos la carne y servimos con la salsa aparte.