Guisantes con tomate
Hoy, para comer, hemos preparado un plato de guisantes cocinados con jamón y salsa de tomate. Los típicos guisantes con jamón a los que hemos puesto salsa de tomate y han quedado riquísimos. Para tomar de primer plato o para acompañar con un filete de carne o pescado quedan estupendos y muy sabrosos.
Aunque los teníamos congelados eran guisantes frescos de huerta muy tiernos. Lo mejor para que no pierdan muchas de sus propiedades es cocinarlos poquito o hervirlos ligeramente. Como os decía son muy tiernos así que lo que hemos hecho es cocinarlos directamente con la salsa y así no malgastamos vitaminas ni ningún mineral que quedarían en el agua de cocerlos. La mejor forma de cocinarlos es al vapor.
Los guisantes son ricos en fibra y en vitaminas del grupo B, sobre todo de B1. También poseen minerales como fósforo y potasio principalmente. Nos aportan proteínas e hidratos de carbono. Los guisantes secos tienen más proteínas y más hidratos que los frescos pero también son más indigestos y se suelen consumir más en purés o cremas. Los frescos, una vez hervidos, los podemos tomar como otro ingrediente en ensaladas, en guisos, salteados o cocinados como plato.
- 600 grms. de guisantes frescos y tiernos. (Peso de guisantes sin vaina).
- ½ cebolleta.
- 1 diente de ajo.
- 50 grms. de jamón serrano.
- Salsa de tomate.
- Aceite de oliva.
- Sal.
- Pochamos la cebolleta y el ajo y añadimos los guisantes limpios.
- Dejamos hervir unos 10 minutos a fuego medio/bajo tapados.
- Echamos el jamón picado y la salsa de tomate.
- Cocinamos 5 minutos más.
- Rectificamos de sal.
- Servimos calientes.