Nuggets de pollo al roquefort
Los nuggets no son solo para niños. También a nuestros mayores les puede resultar agradable esta forma de comer pollo. Es más apetitosa, es adecuada si tienen problemas de masticación y podemos probar distintos sabores, desde los más suaves a los más fuertes o picantes. En esta ocasión hemos optado por darle un toque sabroso pero muy controlado. Hemos añadido una pizca de queso roquefort a la crema de queso que añadimos a la pechuga de pollo para hacer los nuggets. Podemos cambiarlo por queso de otro tipo o por crema de queso con un sabor distinto cada vez, ya que en los últimos años han aparecido muchas opciones en el mercado.
Tiene una parte negativa que es la fritura. Hay quien los hace al horno pero quedan más secos que fritos. Si optamos por esta última fórmula, se trata de escurrir muy bien al sacarlos de la sartén y usar papel de cocina para que empape el aceite. La parte positiva, en cambio, es que resulta óptima para lograr que coman pollo quienes tienen problemas de masticación. Se trata de poner más queso y hacerlos más blandos. Será más difícil freírlos pero merecerá la pena. En ese caso, el rebozado lo haremos solo con pan rallado muy fino y una sola vez. Si pueden masticar bien, podemos usar otros rebozados más jugosos. En el fondo es como hacerles croquetas de pollo pero sin besamel.
En esta receta hemos puesto sal en el pollo pero si el plato es para hipertensos, evitaremos la sal ya que el roquefort y el ajo y perejil del pan rallado dan suficiente sabor.
Con una pechuga podemos tener unos 24 nuggets. Podemos congelarlos pasados por huevo y pan rallado.
- 1 pechuga
- 1 queso philadelphia
- ¼ cuña de queso roquefort
- 1 huevo
- Pan rallado con ajo y perejil
- Aceite
- Harina
- Picamos la pechuga en la picadora y salamos.
- Añadimos el queso y mezclamos bien.
- Con esa masa, hacemos los nuggets.
- Los pasamos por harina, rebozamos en huevo y pan rallado y freímos.