Dar de comer a las personas mayores es todo un reto. Problemas para masticar, mal sabor de boca por las pastillas o aburrimiento por tener que comer sin sal, sin azúcar y sin gracia, hacen que los cuidadores a menudo desesperen y los ancianos no disfruten de la comida. Este blog está pensado para ellos. Para ambos: para los mayores y sus diferentes problemas de salud, y para los cuidadores, que a menudo disponen de poco tiempo en la cocina. El blog nace de la experiencia de cuidar a mi madre, una gran cocinera enferma ahora de una demencia similar al Alzheimer. Son muy pocos los estímulos que la hacen reaccionar. Entre ellos, el cariño y la comida. Para eso cocino: para mostrarle cuánto la quiero con platos sabrosos ajustados a su situación. Cualquier sugerencia, crítica o comentario serán bienvenidos.