Albóndigas con tomate y queso

Sencillas albóndigas, de las que se hacen en tiempo record. Una cena que tenemos en un abrir y cerrar de ojos. La carne para las albóndigas siempre aconsejo que sea recién picada por nuestro carnicero. Si queremos que las albóndigas queden jugosas, debemos de pedir carne de cabeza de lomo o carne magra. Si queremos que las albóndigas sean con la menos grasa posible, siempre pediremos lomo o pierna de cerdo. Si queremos las albóndigas de ternera, podemos pedir guiso de ternera o que nos mezcle mitad cerdo y mitad ternera. En cuanto a carne picada de pollo, no todas las carnicerías nos pican el pollo así que primero debemos de preguntar a nuestro carnicero.

Aderezamos con huevo para que la carne se quede bien ligada y prieta, el huevo nos sirve para unir. Pondremos ajo, bien dientes de ajos picado o ajo en polvo que siempre se repite mucho menos a la hora de hacer la digestión. Un poco de hierbas provenzales que podemos cambiar por las especias que más nos guste, sal y pimienta molida. No necesitamos más.

Como las albóndigas iban a quedar cubiertas por el tomate y el queso, solo las pasé por pan rallado antes de freír.

Y tú, ¿te animas con estas albóndigas con tomate y queso? Pues toma nota que comenzamos.