Tarta de queso y arándanos
La receta de hoy es bien sencilla. Una tarta de queso con base de galletas a la que le pusimos por encima gelatina de arándanos con arándanos frescos. Los arándanos los podemos poner enteros o picados, como más nos guste.
Una tarta muy sencilla que no requiere de horno. Una de las tartas más ricas para el verano porque bien fría, es una tarta muy refrescante y nada pesada.
Y tú, ¿Te animas con esta tarta de queso y arándanos? Pues toma nota que comenzamos.
- 500 ml de nata de montar
- 200 0 250 gr de queso en crema
- 200 gramos de galletas tipo maría
- 100 gramos de mantequilla.
- 100 gramos de azúcar glass
- 1 sobre de gelatina de arándanos
- 6 láminas de gelatina
- Unos arándanos frescos
- Trituramos las galletas y las mezclamos con la mantequilla a temperatura ambiente para que la mezcla se haga de manera rápida y fácil,
- Forramos la base de un molde de aro desmontable con las galletas que tenemos ligadas con la mantequilla. Presionamos bien y llevamos al frigorífico.
- Hidratamos las láminas de gelatina.
- Ponemos en un vaso un poco de nata, como 2 o 3 dedos de nata.
- Montamos el resto de la nata con el queso y el azúcar. Lo montamos con varillas eléctricas o robot de cocina.
- El vaso donde tenemos la nata, lo calentamos un poco en el microondas, lo justo para que esté calentito sin que llegue a hervir.
- Escurrimos bien las hojas de gelatina y las metemos en el vaso de la nata caliente. Mezclamos para que se diluyan bien las hojas de gelatina.
- Añadimos al bol donde tenemos la nata montada con el queso.
- Mezclamos bien y pasamos al molde donde tenemos la base de galletas.
- Repartimos bien y llevamos al frigorífico para que cuaje la tarta de queso.
- Cuando la tarta esté cuajada, haremos la parte de arriba, para ello ponemos en un cazo el agua que nos indique el sobre de la gelatina de arándanos y cuando esté hirviendo, añadimos el sobre de gelatina de arándanos. Diluimos bien y retiramos del fuego.
- Tenemos que dejar que esta gelatina de enfríe lo justo para que no esté caliente pero tampoco tiene que comenzar a cuajar, para ello removemos con unas varillas para que pierda el calor sin que solidifique.
- Añadimos los arándanos a la gelatina de arándanos.
- Cuando veamos que ya no está caliente, ponemos por encima a la tarta de queso todo el contenido.
- Llevamos de nuevo al frigorífico para que termine de cuajar la gelatina de arándanos.
- Desmoldamos el aro y servimos bien fría.