Hoy voy a preparar una receta perfecta para esta época, pues es un primer plato muy completo y sano, además de reconfortante. Se trata de una crema de espinacas y champiñones, ideal para introducir la verdura en la dieta de los peques y sobre todo, en la de aquellos que no son muy amigos de comerlas.
El mezclar la espinaca con el champiñón no es ni más ni menos que para suavizar el sabor a “verde” de la espinaca, aparte de que la combinación queda muy buena.
El color puede que a los que no son muy amantes de la verdura les resulte algo desagradable, pero siempre podemos añadirle alguna patata para que nos quede más vistosa, a mi gusto, la prefiero sin ella, pues hace la crema algo mas pesada y calórica.
La espinaca es uno de los alimentos preferidos por las personas anémicas, dada la cantidad de hierro que contienen.
Si bien han de tener precaución a la hora de tomarlas las personas predispuestas a los cálculos renales, acidez y úlceras gástricas, pues contienen sales que activan la secreción de ácidos, que si bien favorecen las digestiones normales, no a aquellos que padecen dichas patologías.
Junto con el champiñón, con su escaso nivel calórico, vitaminas, minerales y proteínas, conseguiremos un plato lleno de sabor y energía.
Yo he utilizado espinacas congeladas, porque son las que tenía a mano, pero podéis utilizar espinacas frescas, en tal caso, utilizaremos el doble de peso, 800 gramos.
A la hora de servir, bien caliente por supuesto, se pueden agregar unos taquitos de pan tostado o pan frito que le darán un toque muy bueno y distinto al plato.
Y ya solo me queda deciros… ¡Buen provecho!
Etiquetas: champiñones, crema, espinacas, primer plato
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