El fin de semana pasado estaba con unos amigos en mi casa viendo el fútbol, como tantos otros españoles. Entre una cosa y otra se me olvidó que tenía la cena puesta en el horno y cuando me quise dar cuenta ya era demasiado tarde para recuperar nada. Pensando en esto, se me ha ocurrido dedicar mi post de hoy a este problema que todos tenemos alguna vez. ¿Es posible recuperar una comida quemada? Mi respuesta es sí.
Nunca os deis por vencidos, pues muchas de las comidas se pueden salvar, como en el caso de los arroces. Otras veces será casi imposible, pero aun así merece la pena intentarlo ¿no?
Lo primero que os aconsejo para que esto no os pase es que controléis la temperatura del fuego. Evitad cocinar con el fuego muy alto y controlad el líquido de la cocción. Si bajas la temperatura del fuego, será más probable que os acordéis a tiempo de que tenéis algo cocinando que si lo hacéis a fuego máximo. Si aún así queréis ponerlo a máxima temperatura, hacedlo sólo cuando estéis seguros de que podréis controlar la comida.
Si el daño ya está hecho y habéis notado enseguida que está comenzando a pegarse, añadid un poco de agua y mojad varios trapos gruesos en la pila o algún barreño (el agua tiene que estar muy fría, si es necesario echad unos hielos). Colocad la cazuela o el cazo sobre uno de los trapos y con el otro tapad la cazuela. Moved de un lado a otro la cazuela como un péndulo e id cambiando los trapos cada vez que estos se calienten. Si sólo os quedaban unos pocos minutos para que la comida estuviese lista, dejad el trapo lo necesario para que termine de hacerse.
Si parece que la cosa no tiene solución, apartad rápidamente la cazuela del fuego y pasad toda la comida a otra cazuela limpia. Tened cuidado de no pasar los trozos quemados.
Cuando se trata de arroz quemado o de lentejas, poned dentro de la nueva cazuela una hoja de lechuga y dejad cocer a fuego lento durante al menos 5 minutos. Después añadid un poco más de agua y tapad el recipiente unos 5 minutos más.
En el caso del arroz, pelad una cebolla (más o menos grande según la cantidad de arroz) o una patata, cortadla por la mitad y sumergidla en el nuevo recipiente, cubriéndola con más arroz. Tapad la cazuela y dejadla en reposo hasta que al probarla notéis que el sabor a quemado ha desaparecido.
Por cierto, si tras estos consejos, tenéis problemas para quitar el quemado de vuestros cazos y sartenes, aquí tenéis un vídeo con un buen truco:
Etiquetas: comida quemada, consejos de cocina, trucos de cocina
El video esta bien pero el consejo no me parece bueno, he padecido cáncer y me han advertido que lo quemado de cualquier comida es cancerígeno, mejor tirarlo no intentar arreglarlo
Hola Raquel. Como he puesto en la entrada, lo principal es salvar la parte de comida que no está quemada, pasándola a otro recipiente y teniendo “cuidado de no pasar los trozos quemados”. No se trata de comerse la comida carbonizada, eso, además de tener un sabor horroroso es muy poco sano, como ya has comentado tú. Lo mejor de todo es controlar los tiempos en el fuego. Un saludo y gracias por tu comentario.
Unas ideas muy buenas porque la mayoria de las veces tiramos la comida directamente y no nos molestamos en salvarla
Claro que sí justo! Hay que intentar aprovecharlo todo antes de tirar la comida.
Una idea geniaal,la verdad,pero estoy de acuerdo con el comentario de Raquel,yo también he leido eso no se donde…pero la idea es buena,hay que aprovechar todo.
Hola Aurora. Lo principal es vigilar los tiempos en el fuego y evitar comerse nada carbonizado, simplemente salvar la parte que no está quemada. Saludos!
[…] un post anterior os conté cómo recuperar la comida quemada pero no os hablé de otro aspecto muy importante: de esa parte negruzca que se forma en la base o […]
[…] Si la comida se os quema, no pasa nada. Retirad inmediatamente la cacerola del fuego y traspasar la comida a otra sin remover ni rascar el fondo. Así conseguiremos salvar algo. […]
Manuel: no te habia descubierto hasta ahora, muchas gracias por el enlace a mi blog. Me ha gustado tu post, muy práctico para nosotros los cocinillas.Un beso.
Muchas gracias María! Un saludo y un placer seguir tu blog siempre.
He visto que dejas abierto el grifo del agua mientras friegas la cacerola, estás desperdiciando mucha agua y destrozando el medio ambiente.