Crema de calabaza
Ya hace tiempo que pasó Halloween, esa fiesta tan nuestra (!), aunque yo sigo encontrando calabazas estupendas en la frutería pese a que es más bien un fruto de otoño. Ahora, la verdad, es que hay de todo durante todo el año.
La crema de calabaza es un primer plato digestivo y económico que además está riquísima. Encima, si el frutero tiene ya bandejas de calabaza pelada -la piel de la calabaza es muy dura- pues el plato resulta rapidísimo de hacer.
La receta es muy sencilla. Para darle más cremosidad se le suelen poner unos quesitosa tipo MG o El Caserío así como nata líquida al final. Pueden utilizarse quesitos y nata líquida light para que la rica crema no aporte excesivas calorías a la dieta. Incluso así conserva su exquisito sabor.
Crema de calabaza
Puede echarse un chorrito de un aceite aromatizado -esta vez he usado uno de trufa- o un poquito de nata, para que haga bonito. Se sirve caliente o templada.