Fabada asturiana
La receta de fabada que hago en casa es tan sencilla que nadie se cree que no tenga truco.
He estado curioseando por internet para ver si había colgada en la web una receta de fabada similar. Pues no. Todas parten de un sofrito, le añaden alguna verdura o algún colorante o la espesan aplastando unas judías. Seguro que el resultado es también estupendo, pero os prometo que mi sencilla receta de fabada sale buenísima.
Creo que la clave del éxito de esta receta es que los ingredientes que utilizo son siempre de muy buena calidad. Yo compro las fabes y el compango en Los Lalos, una tiendecita de ultramarinos de Luarca. No hace falta ir tan lejos para tener unas magníficas calidades en productos asturianos. En Madrid son clásicos Casa Méndez (Ayala, 65) y Espinosa (Génova,1). Ahora sí: baratos, no son.
El compango es como se conoce en Asturias a las carnes de la fabada. Todo es carne de “gocho“, o sea de cerdo. No es precisamente un plato de lo que podríamos llamar una dieta saludable, pero como tampoco se toma todos los días, no veo ningún problema para la salud darse de vez en cuando un homenaje.
Fabada asturiana
La fabada, gastronómicamente hablando, es un bomba. A mí me encanta, pero entiendo que haya mucha gente que no la digiera bien o que, simplemente, le resulte muy fuerte. Esta receta admite un cierto aligeramiento: se pone menos cantidad de chorizo y se dejan un poco más ligeras de caldo las judías. También queda muy rica y es más digestiva.
A mi suegro, Luis, le gustaba mucho la fabada de casa. Decía que era la mejor fabada que había tomado. ¡Un encanto!
Riquísima pinta y sí que parece fácil de hacer con tu método!
Prueba a hacerla. Ya verás qué buena sale. Es como la hacían siempre en mi casa, tanto mi madre como mi abuela.