Pechuga de pavo con salsa de naranja, orejones y ciruelas
A mí el pavo no es un bicho que me guste demasiado.
No puedo entender cómo los norteamericanos disfrutan tantísimo cenando pavo relleno en Thanksgiving. Será el encanto de la tradición o la falta de alternativas de la cocina de esas tierras. No sé.
El pavo es, en general, una carne insípida, su pechuga es muy seca y las patas duras y musculosas. Las recetas de pavo al horno requieren bastante tiempo de maceración de éste en un licor o en un adobo sabroso. Los guisos de pavo en cazuela también deberán llevar una salsa algo subida de tono que aporte sabor al guiso.
Como compensación, la carne de pavo es una de las menos grasas que existen, lo que coloca a este alimento en la cabeza de los platos adecuados para no engordar.
Yo en casa nunca he hecho pavo al horno. No me inspira, prefiero dedicarme al humilde pollo, que sale buenísimo. Lo que sí hago a menudo -a mi marido le gusta mucho- es la pechuga de pavo guisada con zumo de naranja.
Pechuga de pavo con salsa de naranja, orejones y ciruelas
Este plato lo acompaño siempre de un puré de patata. El de Maggi sale muy bueno hecho al microondas -3 minutos- siguiendo las instrucciones que viene en el paquete.