Paté de berenjena y atún. Otra incursión en Uclés
Ya he hablado en este blog en otra ocasión, a propósito de dar la receta de las flores de sartén, del juego que está dando la villa de Uclés (Cuenca) a la familia de mi hermana Rosario.
Este puentecillo del Pilar, estuvimos pasando con ellos un día y debo confirmar que, efectivamente, Uclés es, además de un pueblo bien bonito es un lugar donde te acogen enseguida con una hospitalidad digna de otras culturas más orientales (nosotros, los castellanos, somos, por lo general, más despegados y menos invitadores, ¿no?)
Pues eso,nada más poner el pie en Uclés, mi hermana nos dice que nos invitaban a tomar un aperitivo en casa de Mayte: sí, la de las flores de sartén.
Moños -Rosario-y yo teníamos como plan dar un paseo por el campo con niños y perras para aprovechar el día tan bonito que que hacía y que probablemente sería uno de los últimos antes de que los fríos y las lluvias se convirtieran en la tónica habitual del otoño manchego.
Jose y Javier se darían un palizón con la bici – menos mal que nos escaqueamos- y luego iríamos a comer a un restaurante muy apetecible que tenía localizado en el pueblo mi cuñado Javier.
Pues la verdad es que el plan de tomar el aperitivo en casa de Mayte, con lo buena cocinera que es, en una terraza con unas vistas maravillosas, una temperatura ideal y una compañía la mar de entretenida, hizo que el paseo de las hermanas Sánchez Villar se viera acortado sensiblemente. ¡Vamos, que nos fuimos directamente al aperitivo!
Mayte nos sirvió muchas cosas ricas, casi todas hechas por ella: una tapita de arroz, unos mejillones a la vinagreta, unas gambas, foie, queso con mermelada casera…
A mí me gustó mucho una mousse de berenjenas y atún, que nos sirvió en unas tartaletas, adornadas con una hojita de albahaca. Un aperitivo de lo más rico, fresco y sano.
Este paté es muy sencillo y, tal como nos lo presentó Mayte, la mar de resultón.
La receta no tiene ningún misterio:
Se asan un par de berenjenas grandes hasta que estén muy blanditas
Cuando enfríen se saca la pulpa con una cuchara, se mezcla bien esa pulpa con el contenido de una o dos latitas de atún, hasta que quede una pasta más o menos densa con la que se rellenan unas tartaletas de aperitivo (las de Mayte eran de Ikea, y están muy buenas y tienen el tamaño justo de un bocado.
Se adorna cada tartaleta con una hoja de albahaca.
Puede también servirse el paté en un cuenco y poner al lado unas tostaditas para untarlo, a modo de deep.
Creo que voy a hacer mucho este aperitivo, ahora que viene buena época de berenjenas. A ver si la plantita de albahaca que tengo en la ventana se anima y echa algo más que las hojas chuchurrías con que premia el poco cuidado que tengo con la pobre.
Bueno, que no se me olvide, que también fuimos a comer al restaurante Casa Palacio, en mitad del centro urbano de Uclés. Comimos, y bebimos, estupendamente -luego tuvo que caer otro larguísimo paseo por el campo para bajar comida y bebida. Este sitio merece otra crónica especial, que prometo hacer en breve porque el restaurante -situado en una verdadera casa palacio manchega, convertida en un confortable hotel rural, merece otra de reseña. Estaba todo riquísimo
Pues un día muy muy agradable y una escapada que recomiendo a los madrileños. Se tarda en llegar a Uclés alrededor de una hora y, desde luego, cortas con el rollo capitalino totalmente.