Sopa de apio, champiñones y aguacate
Mi amiga Marta me comenta que sigue el blog con asiduidad (gracias, Marta) y que la ensalada tricolor, de naranja, remolacha y espinaca, es ya en su casa una cena obligada de los lunes, en plan detox.
Marta y Javier, su marido, son bastante picofino y me consta que los fines de semana se dan más de uno y más de dos homenajes. Con lo cual, lo de empezar la semana dándole fuerte a las ensaladas, me parece una idea, sumamente inteligente y más que recomendable.
Como estas fiestas todos -yo por lo menos- nos hemos pasado varios pueblos en esto del zamping, voy a daros la receta de una sopa muy especial, básicamente de apio y champiñones. Es muy ligera y sienta de miedo tras los excesos de estos días de tanta comilona y tanto dulce.
La sopa tiene un sabor ácido que a mi me encanta, pero la cantidad de limón puede dosificarse para los que este sabor no les guste tanto. Es una sopa que ahora se toma caliente pero también está muy rica fría, cuando las temperaturas así lo aconsejen. A ver si os gusta
- 250 gr. de champiñones
- 3-4 ramas de apio
- ½ litro de caldo de verdura (o una pastilla y medio litro de agua)
- aceite, zumo de limón, una cucharadita de maicena
- ½ aguacate
- 1 yogur griego
- Se limpian los champiñones y el apio, se laminan los champiñones y se corta el apio en bastoncitos y éstos en cuadraditos
- En una cazuela se pone un fondo de aceite a calentar y, a fuego lento se deja que se vayan rehogando los champiñones. Se añade un poco de limón para que no se oxiden
- Cuando los champiñones estén un poco blandos se agrega el apio y se deja que se vaya cocinando todo junto. No debe de quedar muy hecha la verdura.
- Se añade una cucharadita de maizena desleída en leche y se incorpora el caldo de verdura (o la media pastilla y los dos vasos de agua) y se deja que cueza todo a medio hervor removiendo. de vez en cuando. Debe que quedar una sopa ligera. La maizena habrá dado un poco de cuerpo, pero no mucho.
- Cuando esté todo, se incorpora el aguacate cortado en lascas y, por último añadimos el yogur. Revolvemos suavemente, probamos, rectificamos de sal y limón, apagamos el fuego y dejamos reposar un rato antes de servir.
- Probamos
- Cuando
- Cua
La sopa en cuestión resulta muy ligera pero si de verdad uno está a régimen, se puede sustituir el yogur griego por un yogur natural desnatado. No está tan rica, pero te quitas de en medio un montón de calorías.