Bizcocho de zanahoria
Me encantan los bizcochos y suelo hacer uno a la semana. Tomar Una rodaja de bizcocho casero es una forma sana y riquísima de desayunar o merendar. En las familias con niño, debería casi ser una obligación para las madres el hacer el bizcocho en casa, evitando así el uso y abuso de la bollería industrial. En las casas en las que no hay niños, como es ahora mi caso, lo de tener un bizcocho a la vista es una tentación perenne contra la que habrá que luchar si uno no quiere ponerse como una bola. De todas formas, yo, de momento, asumo el riesgo y sigo intentando que el dulce que se tome en casa continúe siendo home-made.
La receta de este bizcocho de zanahoria es un excusa perfecta para variar: Está muy bueno, sobre todo la corteza que siempre queda muy dorada y crujiente.
Este bizcocho me encanta y resulta un poco menos dulce que el bizcocho de mandarina o el tradicional bizcocho de yogurt. También da la sensación de ser algo más ligero pero no podemos descuidarnos porque entra muy bien y nos podríamos llevar sorpresas con la báscula.
- 4 huevos
- 1 vaso de zanahoria rallada (3 o 4 según tamaño)
- 150 gr. de azúcar
- 1 vaso de aceite
- 1 vaso de leche
- 2 vasos de harina
- 1 sobre de levadura Royal
- 1 pizca de sal
- aceite o mantequilla para untar el molde
- Se precalienta el horno a 180º
- Se pelan, lavan y rallan las zanahorias.
- En un bol o un vaso de mezclar se baten los huevos con el azúcar. Se incorpora el aceite, la leche, la zanahoria rallada y, por último el harina con la levadura.
- Se engrasa y enharina un molde de plum cake y se rellena en sus ¾ partes de esa masa.
- Se mete al horno.
- Cuando el bizcocho esté dorado se comprueba si ya está bien cocido por dentro. Se saca del horno y se desmolda cuando esté casi frío
Espero que os guste mucho.