Rosquilletas
La receta que os traigo hoy, la he hecho pensando en mi niño pequeño, de tan sólo un añito, ya que cada vez que entramos en la panadería y ve las flautas, se pone todo contento y las empieza a señalar, hasta que la panadera le da un trozo , y para darle las gracias ya que todavía no sabe hablar, le hecha una sonrisa de oreja a oreja.
Así que se me ha ocurrido hacerle las flautas de pan en casa, que seguramente están más ricas que las compradas y se las va a comer todavía más a gusto, además me va a dar un beso de esos dulces que me da para conseguir todo lo que quiere, jeje.
Estas rosquilletas, nos sirven también para acompañar una tabla de quesos, o simplemente para picotear, que seguro que a la mayoría nos gusta ir comer alguna rosquilleta para matar el gusanillo del hambre.
Para conservar estas rosquilletas, las he metido en un bote hermético y las iba sacando poco a poco, y se han conservado perfectamente durante unos cuatro días.
Espero que os haya gustado la receta de hoy, además si os animáis a hacerla y teneis peques en casa, os lo van a agradecer con un fuerte abrazo con un beso muy dulce, como me hacen los míos, jeje.
- 30g de aceite de oliva virgen extra
- 100g de agua
- 1 sobre de levadura de panadería deshidratada
- 230g de harina de fuerza
- 5g de sal
- Ponemos el aceite en el vaso y calentamos 2 minutos, 37º, velocidad 2.
- Añadimos la harina, la levadura y la sal, mezclamos 5 segundos, velocidad 3. Cuando acabe el tiempo, amasamos 2 minutos, vaso cerrado, velocidad espiga. Dejamos reposar hasta que doble su volumen.
- Cuando haya doblado su volumen, vamos cogiendo porciones de unos 5g y vamos estirando haciendo bastones. Los colocamos en la bandeja del horno, previamente forrada con papel de hornear.
- Pulverizamos los bastones con agua y metemos al horno previamente calentado a 150ºC durante 30 minutos, o hasta que estén doraditos.
Fuente: Revista thermomix magazine