Pimientos de padrón rellenos de Divirín, “jalapeño’s style”
¡Buenas tardes, amigos!
¿Qué tal ha ido el finde? El mio estupendo, he disfrutado de Madrid como no hacía desde que me mudé de allí. Me han quedado muchas cosas pendientes que queríamos hacer y comer en este finde, pero bueno, habrá muchísimos más, que en esta ocasión no he podido ver a toda la gente que hubiese querido y con anfitrionas como las mías, volveré más a menudo,¡qué me he vuelto muy perezosa para el recorrido de la A1, jeje!
Bueno, a lo que vamos, a la comida. Hoy os traigo una receta de una transformación a la española de los jalapeños rellenos (que por cierto, me chiflan). Se me ocurrió utilizar pimientos de padrón y rellenarlos de queso Divirín de La Jarradilla cuyo peculiar sabor, se acopla muy bien al picante de los pimientos. En esta ocasión picaban todos o casi todos y los rebusqué así a posta comprando en varios sitios hasta que dí con ellos, porque sino perdía la gracia del jalapeño.
Este es el resultado y os voy a contar como hacerlos. Lo primero que necesitáis es paciencia y cariño, el resto sale solo.
Ingredientes
- Pimientos de padrón
- Queso Divirín
- Pan rallado
- Huevo
- Harina
Elaboración
Antes de freír los pimientos, yo suelo ponerlos un par de minutos en el microondas para ablandarlos. En este caso hice lo mismo, porque sino, no da tiempo a que se cocine el pimiento en el tiempo que se tueste el empanado y, no sé vosotros, pero yo odio que el pimiento trisque.
Cuando se enfríen, arrancamos el rabo, limpiamos de pepitas y con mucho cuidadito los vamos rellenando de queso, tal que así:
Realmente este es el paso que más tiempo ocupa, pero si te gusta cocinar, es relajante, al menos para mí. Un poquito de música y pin pan, pin pan, se van haciendo solos.
Tratamos de cerrarlo bien para que no se salga queso y los pasamos por harina, después huevo, despues pan rallado, otra vez huevo y otra vez pan rallado. Lo hacemos doble para que quede una buena costra.
Finalmente no hay más que freírlos en aceite de oliva muy muy caliente, secarlos en papel absorbente, servir y ¡disfrutar! ¡Mira que jugoso!