Ponche de Navidad o Egg Nog
Con este post, inicio el especial Navidad que iré compartiendo en mi Facebook. Aunque muchos de los piscolabis anteriores nos pueden servir perfectamente en estas fechas, voy a centrarme más en la temática, que es lo que me habéis pedido.
Bien es cierto, que de unos años para acá, desde el 24 de Diciembre al 7 de Enero, sufro una saturación con la comida. Acabo cogiendo asco a la comida y llego por los pelos con hambre al Roscón de Reyes. Se nos juntan las cenas de empresa, con las cenas con los diferentes grupos de amigos, las merendolas, las fiestas obvias y 27 quedadas con amigos que no puedes ver más que en Verano y Navidad… así que madre mía, acabamos hasta arriba de comida.
Lo siento, pero no puede ser que nos metamos esos atracones en un cuerpo no acostumbra a darse a diario y menos cenando, que es algo malísimo para la salud, ya solo por la digestión.
Luego empezamos con que si haremos dietas etc, etc… No sé, come con hambre, ya está, es simple. Luego haz dieta, pero por favor, no te empaches, que eso no mola nada.
No, no me ha poseído el espíritu del Grinch, no odio la Navidad, al contrario.
Solo quiero aconsejar a la gente lo que veo desde mi punto de vista: si queremos variedad, no hagamos cantidades grandes de estas cosas, porque a nadie le gusta tirarse 4 días comiendo los restos de las fiestas. Además de ser un despilfarro, es desagradable en cierta manera. Suelo reconstruir muchas veces comidas para convertir sobras en un plato nuevo, pero se han dado ocasiones en que las sobras daban para 4 cenas normales.
No te voy a obligar a que dones al banco de alimentos, yo no soy nadie, y seguramente el 80% de vosotros, ya lo hace sin tener que cacarearlo por ahí. Simplemente, no seamos exagerados, calculemos, que el ambiente familiar no se hace con montañas de comida predestinadas a quedarse en mal estado.
En resumen, otro año más, haré el ejercicio de al menos intentar calcular bien las cantidades de cada reunión familiar. Me sentaré media hora, con mi madre y su experiencia, papel y lápiz, a hacer el menú. Y trataré de no tirar comida a la basura solo por decir que mi mesa estaba súper llena, porque como se dice coloquialmente “se nos llena antes el cuajo que el ojo”.
Si eres de piscolabis, haz mucha variedad en cantidades justas. Si eres de comerte un señor Pavo o te encantan los caracoles o las patas, no te llenes con los aperitivos y disfruta del plato principal.
Son los consejos de una joven, que tampoco es una experta en gestionar un hogar, pero he sacado estas conclusiones a lo largo de la última década en la que ya he sido participe de la gestión navideña y he sufrido algún que otro empacho como consecuencia de mi obsesión por “es Navidad, hay que comer como si no hubiese mañana”.
Pero bueno, a lo que íbamos, hace tiempo que quería postear esta receta y estaba esperando a que llegasen estas fechas para hacerlo, así que os voy a contar una sencilla forma de hacer el auténtico Ponche de huevo o Egg nog, que es muy muy típico en Navidad y de origen norteamericano. Un piscolabis con el que recibir a tus invitados mientras van llegando los demás.
Ingredientes (para 8 personas)
- 4 huevos
- 150 gr de azúcar
- 1 litro de leche (en este caso mejor entera, por la “nata”)
- 250 ml de nata liquida
- 1 vaso de con mitad de Brandy y mitad de Ron
- 1 cucharadita de nuez moscada y otro poco para adornar
- 1 canela en rama
- Canela para adornar
- Sal
Elaboración
Cogemos una cazuela y llevamos a ebullición la mezcla de la leche, la nata liquida, la nuez moscada y la ramita de canela. Una vez que hierva, lo paramos para que no se pegue la leche, que ya sabéis que superado el punto de ebullición, se pega.
Mientras se va quedando tibio, en un bol mezclamos las yemas de los huevos y 100 gr de azúcar.
Sobre el bol, vertemos la mezcla de la leche (¡en este momento podemos quitar la ramita de canela que ya hemos infusionado!) y removemos con las varillas ¡con mucha alegría!. Cambiamos a la cazuela y cocinamos suavemente durante 15 minutos. Pasado este tiempo, retiramos del fuego, añadimos el alcohol (o no si hay embarazadas y niños en el hogar jiji ), dejamos que se temple y guardamos en la nevera unas horas (2 o 3).
Cogemos ooooootro bol y batimos las claras de huevo con una pizquina de sal para ayudar, cuando casi estén montadas, añadimos el resto de azúcar y seguimos batiendo hasta que estén totalmente montadas. Si no tienes mucha práctica o estás cansado, con la batidora y las varillas, se hace fenomenal.
Sacamos el ponche de la nevera, vertemos las claras montadas con movimientos lentos y envolventes para que no se bajen
Servimos muy muy frío, espolvoreamos nuez moscada y canela por encima, o, si tienes algún adornillo como la canela bonita que he puesto yo, ¡pues perfecto!
Ahora solo queda recibir a los invitados y disfrutar del momento.
¡Feliz Miércoles!