Helado de leche de avellanas y Oreo
¡Buenas y soleadas tardes en el Norte!
Con este buen tiempo y el poder irnos olvidando de los abrigos, no he podido evitar empezar a pensar en helados… jijiji
Esta semana he estado haciendo y pensando en varios sabores, que iré subiendo a la sección de Merendolas, ¡porque me he aficionado y son muy sanos y refrescantes!
Para empezar vamos a hacer uno de leche de avellanas y galletas Oreo, de las normales, pero ojito, que el otro día en Oporto me hice con una edición especial de Oreo rellena de mantequilla de cacahuete… ¡mi perdición!
Ingredientes (8 helados)
- 1 vaso de leche de avellana
- 1 paquete pequeño de Oreo
- 1/2 bote de yogur griego (del grande de Mercadona, por ejemplo, que me gusta mucho)
- 1 cucharada de leche condensada
- 50 gr de chocolate para postres
Elaboración
¡Es tan sencillo que no voy a tener casi que teclear! Empezamos fundiendo el chocolate en el microondas de 30 segundos en 30 segundos, para que no se queme y poder remover.
Cuando esté fundido, lo metemos en las “poleras” con ayuda de una cuchara. Lo justo para que quede una punta de chocolate. Cuando lo tengamos, al congelador para que se solidifique y continuamos con lo demás.
Cogemos un bol grande y añadimos el yogur, la leche condensada y la leche de avellanas. Esta leche es un puntazo, a mi me requetechifla bebermela sola. Lo estoy llamando leche pero ya sé que hay mucha polémica con que si es leche o bebida de… yo lo llamo a mi manera, no soy muy puntillosa, jaja. Removemos todo bien con una espátula hasta que quede liquido.
Por otro lado, cogemos las oreo y las rompemos con las manos.
Ahora que ya estará sólido el chocolate, sacamos las poleras del congelador y montamos los helados. Llenamos hasta la mitad de la mezcla del bol, añadimos bien de galletas, intentamos que se vayan también para el fondo, cubrimos hasta arriba con el liquido y ¡ya está!. ¡Es que no tiene más historia! ¡A congelar unas horas y carretera!
Para desmoldarlos mi consejo es que lo paséis por el grifo con agua caliente y poco a poco vayáis tirando, porque sino lo más probable es que acabéis con el palo en la mano y helado de aire para merendar, jaja. Es el truco de toda la vida de cuando congelábamos Petit Suisse, que sino no había manera de sacarlo
Pues nada, bien a tiempo llega una rica merendola para niños y no tan niños. Si os ponéis, de aquí a la tarde tenéis un caprichín
¡Hasta mañana!