Volcán de boletus y piquillos
Después de soportar las primeras lluvias del otoño los bosques de castaños y robles nos empieza a regalar uno de los mejores manjares que esconde: las setas. Boletus, amanitas cesáreas, níscalos, colmenillas o parasoles. Cualquier opción es buena para degustar un plato que para la mayoría es una delicia gourmet.
Las setas de temporada otoñal ofrecen una amplia galería de formas, aromas, sabores y texturas. Son piezas delicadas, muchas de ellas pagadas a precio de oro, que, incluso, cocinadas de la forma más sencilla son extraordinarias.
Es importante hacerse con un buen libro o un buen instructor en la materia, ya que muchas setas son similares en aspecto y no todas son comestibles. Es más, algunas de ellas llegan a ser mortales. Sin embargo, si nos acercamos al mercado estamos exentos de peligro y podremos darnos el gusto de comer platos tan elogiados como un risotto de boletus, croquetas de cabrales y setas o níscalos en salsa.
Hoy me he decantado por un híbrido entre una ensalada templada y un revuelto: Volcán de boletus con piquillos. Es importante que no mezclemos las setas con ingredientes que tengan un sabor demasiado potente o con especias muy fuertes, ya que enmascaran su auténtico sabor, ligeramente dulce y similar al gusto de las avellanas, y nos privamos de disfrutarlos como merecen.
- 400 gr de setas
- 1 lata de pimientos de piquillo
- ¼ cebolla
- 1 diente de ajo
- 2 huevos
- Hojas de lechugas en juliana fina
- Sal
- Aceite de oliva
- Salsa de soja
- Limpiamos y picamos la cebolla y la podemos a dorar en una sartén con una cucharada de aceite y sal. Cuando esté pochada añadimos los pimientos en tiras y, cuando estén dorados, un poco de salsa de soja. Dejamos que se hagan y retiramos del fuego.
- Lavamos y laminamos los boletus. Ponemos una cucharada de aceite al fuego con el ajo en láminas y hacemos los boletus a la plancha.
- Hacemos una cama de lechuga en juliana muy fina, aliñada con un poco de ajo en polvo, vinagre de módena y aceite de oliva. Ponemos el rehogado de cebolla y pimiento y cubrimos con boletus.
- Para coronar este plato, ponemos un huevo a la plancha con unos cristales de sal.