Ensalada templada de calabacín, manzana y pollo

¡Se acabaron las vacaciones! Después del merecido descanso playero, toca volver a la rutina y empezar nuevo curso. Hasta que estemos asentados totalmente y hayamos cambiado el chip, lo mejor es reincorporarse con buen pie. Eso implica, comer rico pero sano, hacer deporte pero sin exigirnos el máximo e ir adaptando las horas de sueño. Yo por mi parte, os ayudo con lo que mejor se me da, la parte culinaria. Por eso os propongo una “Ensalada templada de calabacín, manzana y pollo”.

Me encantan este tipo de recetas, me parecen especiales. Tienen el frescor y la ligereza de lo que siempre hemos entendido por ensalada, pero con el buen gusto que da un bocado en el que se combina vegetales crudos, con productos calientes recién cocinados.

Los contrastes bien combinados son el toque de distinción que marca la diferencia de lo que comemos siempre a algo nuevo y delicioso.

Pero, nada de complicaciones… Verduras salteadas, frutos secos recién tostados, pollo o pescado a la plancha, etc. Son este tipo de cosas tan sencillas, las que ponen la chispa.

En definitiva, una base de brotes verdes, un toque de calor a alguna verdura o proteína (o a ambas), con el toque ideal de grasas saludables (frutos secos, aguacate, semillas, aceite de oliva), un matiz dulzón con alguna fruta y una buena vinagreta son todo el secreto.

Si es la hora de la comida, o habéis hecho deporte, no dudéis en incluir una porción de hidratos de carbono, ya sea pasta o arroz integral, quinoa o legumbres.

¡Que aproveche!