Cuando se practica deporte habitualmente, la hidratación es algo que hay que cuidar y mucho, ya que durante el ejercicio se produce una gran pérdida de lÃquidos que hay que reponer antes, durante y después del mismo.
La termorregulación y el equilibrio de lÃquidos son factores fundamentales para el rendimiento deportivo. La falta de electrolitos (las partÃculas que ayudan a regular el equilibrio de los lÃquidos del organismo y que se encuentran presentes en la sangre y el sudor) puede producir sÃntomas de deficiencia, como calambres musculares, debilidad y apatÃa. Los más importantes son el sodio, los cloruros y el potasio que pueden encontrarse en las bebidas isotónicas, especialmente preparadas para deportistas.
Pero, ¿qué es exactamente la deshidratación? Se trata de la pérdida dinámica de lÃquido corporal debida al sudor a lo largo del ejercicio fÃsico y suele venir producida por un esfuerzo demasiado intenso, la restricción de lÃquidos antes y/o durante la actividad fÃsica, la exposición a un ambiente caluroso y húmedo (sáunas, por ejemplo) o por el uso de diuréticos.
Entonces, para lograr una hidratación óptima hay que tener muy en cuenta la ingesta de lÃquidos en las distintas fases de la actividad:
1. Antes del ejercicio: Se recomienda la ingesta de unos 400-600 ml de agua o bebida para deportistas 1-2 horas antes para comenzar con una hidratación adecuada. Esto permite un menor aumento de la temperatura central corporal del deportista y disminuye la percepción del esfuerzo. Los hidratos de carbono contenidos en la bebida se encargan de llenar completamente los depósitos de glucógeno del músculo.
2. Durante el ejercicio: Los deportistas deben empezar a beber pronto, y a intervalos regulares, con el fin de consumir los lÃquidos a un ritmo que permita reponer al agua y los electrolitos perdidos por la sudoración y a mantener los niveles de glucosa en sangre.
3. Después de ejercicio: La reposición de lÃquidos en esta fase es fundamental para la adecuada recuperación del deportista y debe iniciarse tan pronto como sea posible. Una manera práctica de determinar la cantidad de lÃquidos que hay que reponer es que el deportista se pese antes y después de entrenar: la diferencia entre ambos pesos señala el lÃquido perdido, y por tanto, el que hay que consumir para una correcta rehidratación.
Asà que nunca olvides la gran importancia que tiene la hidratación si haces deporte habitualmente. Debes beber al menos 2 litros diarios de lÃquido, aún sin tener sed, pues la sed ya es señal de deshidratación.
Etiquetas: Bebidas isotónicas, Deportistas, Deshidratación, Electrolitos, Hidratación, Hidratos de carbono