Es de esas tartas de queso que al llevar cuajada no hace falta horno, la metes en la nevera unas horas y queda estupenda, genial para preparar en verano que tanta pereza nos da encender el horno.
Machacar las galletas y mezclarlas con un poco de mantequilla fundida. Ponemos esta mezcla en el fondo de un molde desmoldable.
Calentar la leche, la nata, el queso y el azúcar.
Cuando empiece a hervir echar la cuajada disuelta en un poquito de leche.
Echamos la mezcla sobre la mezcla de galletas y dejamos enfriar.
Metemos en la nevera hasta que cuaje.
Cuando ya lleve en la nevera bastantes horas, preparamos la gelatina como nos diga el fabricante, dejamos que temple y la echamos sobre nuestra tarta con cuidado, dejamos unas horas y listo
Notes
cuando vertamos la mezcla sobre la base de galletas es importante no hacerlo directamente para que no nos quede un agujero, es mejor verterlo sobre un cazo y que vaya rebosando y callendo sobre la base de galletas
Esta entrada se publicó el Viernes, 6 julio, 2012 a las 7:00 por Esperanza Saavedra y está archivada en Postres.
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3 comentarios
[…] Nos trae una espátula para despegar las masas de la cubeta sin que la arañemos con otros instrumentos. El aparato tiene 300 W de potencia, 5 […]
[…] esta ocasión, en casa estaban de antojo de tomar de postre cuajada, y por no demorarme mucho, la he preparado con la leche de vaca que tenÃa en casa y los sobre de […]
[…] Nos trae una espátula para despegar las masas de la cubeta sin que la arañemos con otros instrumentos. El aparato tiene 300 W de potencia, 5 […]
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[…] Tarta de queso con leche condensada […]