Comprar un vino no es un mero trámite. Cada botella encierra en su interior una criatura frágil y caprichosa, capaz de proporcionar tantas satisfacciones como decepciones. Hay que ser cauto al elegirlo y saber dónde hacerlo, porque a menudo la curva de su evolución se quiebra definitivamente en los comercios.
Cada vino tiene su momento óptimo. La fragancia de los vinos jóvenes se expande voluptuosamente en los primeros meses de su vida; finos, manzanillas y cavas exigen la garantÃa de una rigurosa rotación; mientras que los tintos de reserva y los grandes reservas suelen llegar al mercado en el último trimestre del año.
Para facilitar esta decisión, conviene tener en cuenta los momentos que marcan el calendario del comprador de vino. En este sentido, a finales de diciembre salen al mercado las primeras botellas de la cosecha, cerrada apenas tres meses antes. Son vinos singulares, extremados en su frutosidad, carnosos y generosos en su colorido.
AsÃ, el tiempo del vino joven estalla plenamente a finales de enero. Las bodegas lanzan entonces las nuevas añadas y las tiendas se llenan de nuevos colores. Llegan los rosados navarros y empiezan los seductores blancos catalanes. Se les unen los chacolÃes guipuzcoanos y también los albariños, cada dÃa más elegantes. Y aparecerá poco después la seriedad de los tintos riojanos del año, anunciando el carácter de la cosecha en la zona vinÃcola más importante de España.
Los mejores vinos jóvenes llegan con la primavera, pletóricos de virtudes, alegres y refrescantes. En unos meses empezarán a tamizar sus aromas y suavizarán su carácter. Unos iniciarán el declive pasado el verano, o algo más allá del otoño; mientras que otros madurarán con dignidad.
Algunas bodegas previenen el envejecimiento prematuro de sus vinos jóvenes con una práctica de embotellado gradual: sólo se embotella una partida cuando la anterior está a punto de agotarse. El vino permanece mientras tanto en depósitos isotermos, en los que mantiene todas sus cualidades. También es la gran estación de los rosados, vinos frescos y ligeros, espectaculares por su presentación y caracterÃsticos por su frutosidad y su intensidad aromática.
No obstante, también hay vinos jóvenes sin temporada. Los finos jerezanos y las manzanillas de Sanlúcar de Barrameda, por ejemplo, cuentan con un peculiar sistema de crianza que hace que mantengan el frescor que les caracteriza mientras permanecen en las barricas. Su tendencia oxidativa limita enormemente su vida en la botella, que no suele ser superior a los tres o cuatro meses. Por todo ello, estos vinos solo se pueden comprar en establecimientos que tengan garantizada la rotación del producto.
Etiquetas: cosechas, Elige el momento oportuno para comprar tus vinos, envejecimiento, temporadas, vinos
Sigo mucho tu blog y todos los post que has puesto me han parecido super interesante,y sobretodo este último que me ha parecido más que acertado,no es tan fácil comprar un buen vino como parece,la verdad,y yo por lo menos seguire todos tus consejos,muchas cosas ya lo sabÃa pero otras sin embargo no,y me encanta el vino y me puede ayudar mucho a la hora de comprarlo.
Espero muchos más post tan interesante como este.
Muchas gracias por tu comentario Daniel. Procuramos escribir sobre todo lo relacionado con los vinos para dar a conocer toda la información interesante sobre éstos. Tus comentarios siempre son bienvenidos, seguro que también tienes muchas cosas q aportar y q enseñarnos.
[…] la mantequilla a punto de pomada, que es mucho más fácil ahora con la maravillosa primavera que nos visitará, y mezclar con el azúcar hasta quede […]
[…] al principio, he utilizado whisky aunque normalmente se emplea brandy. También se puede utilizar vino blanco o mejor aún, un buen vino D.O. Jerez como, por ejemplo, un […]