Con los vinos de Jerez suele ocurrir como con los Reyes Magos: tendemos a agrupar en un solo pack lo que en realidad son varios nombres propios distintos, con sus nombres y apellidos. En este sentido, las producciones de vinos de Jerez siguen tres lÃneas de elaboración diferentes: la marcada para los vinos generosos, la de los vinos dulces y, por último, una lÃnea de trabajo creada en las últimas décadas pensando en el mercado internacional, que mezcla vinos generosos con vinos dulces.
Asimismo, la gama básica de los vinos generosos jerezanos está constituida por cinco vinos, siendo el primero de ellos el fino, un caldo elaborado por el sistema de crianza biológica. Es, con la manzanilla, el producto más conocido de los que se producen en Jerez y viene a tener un tiempo medio de crianza de entre tres y cinco años. Muchos lo reconoceréis por su color pajizo o dorado pálido, su aroma punzante y delicado y sus tonos almendrado, seco y ligero al paladar, o incluso por su graduación, que oscila entre los 15 y los 18 grados.
Por su parte, las especiales condiciones microclimáticas de las bodegas situadas en Sanlúcar dan lugar a unos vinos de crianza biológica de caracterÃsticas genuinas y diferenciadas del resto de los vinos: la manzanilla. Elaborados siguiendo los parámetros marcados para el fino, se distinguen por su color pajizo y su aroma punzante, seco y ligero al paladar. La graduación, similar a la del fino, va de los 15 a los 19 grados.
Posiblemente el amontillado es la gran joya de las bodegas jerezanas. Elaborado con una combinación de crianza en flor y crianza oxidativa, podemos decir que el punto de partida del amontillado es un fino que ha iniciado el proceso de oxidación. De color ámbar, destaca por su aroma punzante atenuado y sus tonos avellanados, siendo suave y muy ligero al paladar. Su graduación oscila entre los 16 y los 22 grados, algo mayor a los anteriores.
Bastante menos conocido es el oloroso, un vino con crianza oxidativa. Inicialmente seco, su color va del ámbar al caoba y tiene un aroma muy acusado, como indica su nombre, destaca también por sus tonos de frutos secos, especialmente de nuez. Además, este caldo cuenta con mucho cuerpo y vinosidad y una graduación alcohólica de entre 17 y 22 grados.
El último vino de Jerez es el Palo Cortado, de extraordinaria singularidad al combinar algunas caracterÃsticas del amontillado (suavidad, delicadeza, tonos punzantes, etc.) con el cuerpo y la nariz de los vinos olorosos. También se asemeja a ellos en su graduación, de entre 17 y 22 grados.
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