Esta vez os voy a contar ciertos aspecto sobre el vino más bien curiosos y saludables. Seguro que más de uno os sorprenderéis al leer las increÃbles maravillas que el vino puede generar en nuestra salud.
Al margen de las interminables virtudes del vino en el ámbito culinario, se trata de un eficaz agente antiinfeccioso con una potente acción antiviral y bactericida. Asimismo hay numerosos estudios que demuestran que el vino origina un proceso anticaries especialmente eficaz.
Se ha comprobado, según diversas experiencias, que si se introducen 10 millones de gérmenes en 50 cl. de vino tinto, al cabo de media hora no se encontrará ningún germen vivo en la mezcla. IncreÃble ¿verdad? Este resultado no se debe, como se podrÃa llegar a creer, al PH ácido del vino o a la presencia de alcohol en el tinto.
Si se tienen en cuenta los distintos componentes del vino, incluso se puede llegar a descubrir que el espectro de la acción bactericida del vino es bastante amplio. AsÃ, cubre a la vez tanto a los gérmenes gram-negativos (salmonelas, sigelas, colibacilos) como a los gram-positivos (estafilococos, estreptococos o pneumococos), aunque es necesario precisar que los vinos blancos poseen una acción bactericida muy inferior a los tintos.
Otra de las curiosidades de mi bebida favorita es que, si mezclamos agua contaminada con un 50% de vino tinto, aquella se volverá potable sin ningún peligro. Esta es otra de las demostraciones que han sido llevadas a cabo en una zona tropical para demostrar el interesante efecto profiláctico del vino en agua no potable.
En cuanto a la acción antiviral del caldo, numerosos experimentos realizados en laboratorio han demostrado que el tinto, incluso diluido, destruye el virus de la poliomelitis. Asimismo, se han obtenido resultados igualmente positivos con otros virus, como la cocaxia o el herpes.
Estos mismos estudios razonan la acción antiviral del vino gracias a la fijación del tanino que bloquea el lugar proteÃnico, necesario para que el virus penetre en la célula y la infecte. Esta acción se confirma en las personas en algunas estadÃsticas. AsÃ, los no fumadores que beben vino tienen menos gripes que los no fumadores abstemios. El vino, según esta relación, tendrÃa un efecto preventivo sobre los riesgos gripales, tan extendidos en la época del año en que nos encontramos.
De igual modo, el vino también es un perfecto anticaries, bloqueando la placa bacteriana. Los procianidoles del vino se fijan en las bacterias, perturbando su funcionamiento e impidiendo la formación de la placa bacteriana y, por tanto, la caries.
En definitiva, consumir vino no solo permite disfrutar de uno de los mayores manjares de la tierra, sino que además es un eficaz freno a las infecciones, los virus y las caries. ¿Se puede pedir más?
Etiquetas: bacterias, caries, enfermedades, vinos, virus
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